FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
– CICLO B –
31 de Diciembre de 2023
EVANGELIO: Lc 2,22-40
Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor (…)
El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
COMENTARIO A LA PALABRA
En estos días de Navidad el Señor nos ha empapado con sus Palabras que, quizás no las comprendemos, pero nos han conducido a contemplar el estupor del misterio ya revelado en su hijo Jesucristo que ha nacido pobre y humilde para nosotros, para nuestra salvación.
Hoy la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret: Jesús, María y José. Dios en sus planes y proyectos, que no son los nuestros (Is 55,8-9), ha querido nacer en una familia.
En esta fiesta san Lucas, que destaca en sus escritos a los pobres y pequeños, pone de manifiesto los personajes y sus acciones para enseñarnos y conducirnos al Dios de la esperanza y del amor. A su vez describe detalles y aspectos de la familia de Nazaret que en el contexto de aquellos entonces cumplió con todo lo prescrito en la ley humana, y a la vez dio un paso más en el seguimiento de los planes de Dios que implicaron oír, acoger y confiar.
Por ello, fijándonos en todo lo que nos dice el evangelista: el templo, los personajes, las acciones, las palabras, los gestos, los detalles, nos inspira a pensar en el encuentro. Entre muchas cosas sobresale la venida de Jesucristo que es la revelación del Padre: la luz que vino a iluminar a todos los pueblos.
Asimismo, nuestra vida de cristianos está marcada por estos acontecimientos, y es una llamada a dar un paso más en la ley a la gracia: escuchar, acoger y confiar en el amor de Dios manifestado en Jesucristo. vino a traernos su hijo amado.
Importante que nos detengamos en este evangelio para sacar lecciones para nuestra vida actual, pues como nos decía el papa Pablo VI, “Nazaret es la escuela de amor, de sencillez, de esperanza, de humildad, de obediencia, de compasión, de silencio, de escucha, de fe.” ¿Y por qué? Porque en ella habita el Espíritu Santo, dador de vida. Porque en ella habita el propio Dios que se hizo carne para nosotros, y se rebajó hasta nuestras miserias para darnos la dignidad de ser sus hijos por Jesucristo. “Nazaret es donde empieza a entenderse la vida de Jesús, donde se inicia el conocimiento de su Evangelio”, papa Pablo VI.
¡Alegrémonos hermanos y contemplemos las maravillas del Señor para con nosotros!
MEDITACIÓN
“Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irremplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social”. (De las alocuciones del papa Pablo VI)
ORACIÓN
“Oh, Dios, que en la Sagrada Familia nos dejaste un modelo perfecto de vida familiar vivida en la fe y la obediencia a tu voluntad. Ayúdanos a ser ejemplo de fe y amor a tus mandamientos”. (Benedicto XVI)
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