SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
25 de Diciembre de 2019
EVANGELIO:
Misa de medianoche– Lucas 2, 1-14: “Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a María el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. /…/
El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.”
Misa del día – Juan 1, 1-18: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Este estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y si él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venia como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio él. No era la luz, sino el que daba testimonio de luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, los suyos no lo recibieron. Pero cuantos los recibieron, les dio poder para ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. /…/”
COMENTARIO A LA PALABRA
¿Quieres vivir, en verdad, una FELIZ NAVIDAD? ¿Quieres vivir en la verdadera PAZ, en la verdadera ALEGRÍA? ¡Acoge a Jesús! ¿Quieres escuchar la mejor NOTICIA de toda la humanidad? Haz silencio y ve solo, aparte… Si estás todo el día de aquí para allá… ¡Estate un poco quieto! Si estás todo el día hablando o “hablándote”… ¡calla un poco! ¡Haz silencio, externo e interno!
¿Por qué? Porque es “en medio del silencio donde el Verbo se encarnó”. Es en un pesebre donde Jesús nació. En un lugar perdido e insignificante del mundo. Y hoy, en medio de tu silencio, de tu vacío… es en medio de tu pobreza donde “el Rey de reyes y Señor de señores” quiere nacer. ¡Es ahí!
¿Quiénes fueron los primeros que escucharon esta gran noticia? Unos pobres pastores, sencillos, la parte más despreciada y marginada de la sociedad de aquel tiempo. Ellos sí pudieron escuchar esta Buena Noticia. ¿Quieres escucharla tú también? Deja vacío el pesebre de tu corazón y escucha: “¡HOY OS HA NACIDO UN SALVADOR, EL MESÍAS, EL SEÑOR!”. Hoy quiere renacer nuevamente en ti, ¡acógelo, alégrate!
Y, podrías preguntarte en nuestro lenguaje consumista y utilitarista: ¿para qué querrá nacer y vivir en mí? ¿De “qué me sirve”? ¿Qué puede aportarme? Cada día, párate de nuevo, haz silencio y escucha: “Hoy os ha nacido un Salvador…” Él viene para salvarte. ¿A mí? ¿Y de qué querrá salvarme? ¿Acaso es que no vives esclavo del miedo a la muerte? Sí, es un miedo atroz, pero tan sutil, tan camuflado… Suele esconderse detrás de él unos fuertes deseos que llevamos muy dentro y que nos condicionan:
– Ese deseo de SEGURIDAD (miedo a no perder mis seguridades, mi trabajo, salud, afectos…). Te dice Jesús: “Yo soy tu Roca. ¡Confía en mí!”.
– Ese deseo de APROBACIÓN (miedo a no ser valorado, “aprobado”, a ser rechazado)…: “Yo te amo, sin condiciones”.
– Ese deseo de CONTROL (sobre las personas, las situaciones…). ¿Qué pasa con los improvistos, planes fracasados o expectativas frustradas?: “Descansa en mí. Yo soy el Señor”.
– Y ese otro deseo de CAMBIAR (a las personas, las circunstancias, o yo mismo…): “Solo yo puedo cambiar, renovar, restaurar, sanarlo todo… ¡Déjame hacer mis obras en la tierra!”
Este Niño-Dios nace porque quiere sanar estos deseos y reorientarlos hacia Él, para que seas verdaderamente feliz. ¡Quiere salvarte, acógelo!
HOY JESÚS VIENE, JESÚS NACE. Por eso, “¡alegrémonos, hagamos fiesta y celebremos la mejor Noticia de toda la historia de la humanidad!” “¡Gloria a Dios en el cielo, paz en la tierra a los hombres que Dios ama!” ¡FELIZ NAVIDAD!
MEDITACIÓN
“¡HOY OS HA NACIDO UN SALVADOR, EL MESÍAS, EL SEÑOR!”
Esta GRAN NOTICIA se ha ido difundiendo, transmitiendo sin pausa desde entonces: “La Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. ESO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO, OS LO ANUNCIAMOS” (1 Jn 1,1-3)
* Y tú, ¿acoges esta Buena Noticia?
* ¿La quieres recibir y dejar que ilumine tu vida?
* ¿Cómo puedes anunciarla, transmitirla a los demás?
ORACIÓN
“A cuantos celebramos rebosantes de gozo el misterio del nacimiento de Cristo, concédenos, Señor, la gracia de vivir una vida santa y llegar así un día a la perfecta comunión con Cristo en la gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.” (Oración después de la Comunión)
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