DOMINGO V DE PASCUA – CICLO C
15 de Mayo de 2022
EVANGELIO: Juan 13,31-33a.34-35
“Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».”
COMENTARIO A LA PALABRA
El evangelio de este domingo que estamos celebrando nos sitúa de nuevo en el Cenáculo, en la solemne despedida de Jesús ante sus discípulos más cercanos antes de entrar en su Pasión y Muerte. ¡De qué manera tan distinta este evangelio ha resonado en nosotros en la Semana Santa que como ahora resuena en este V Domingo de Pascua, tiempo en el que estamos celebrando el triunfo de Jesús sobre el mal, la muerte y el pecado! Algo similar pudo ocurrirles a aquellos apóstoles…
Jesús esperó a ese momento para darles el resumen de toda su predicación y vida, la esencia, el distintivo por el que los demás reconocerán que somos discípulos suyos: el amarnos unos a otros como Él nos ha amado. Ahora ya conocemos cómo Jesús nos ha amado, hasta el extremo… ¡Y Él ha sido glorificado por el Padre resucitándolo de entre los muertos! Por ello, «digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza». (Ap 5,12)
En los evangelios que hemos ido escuchando a lo largo de esta semana, Jesús mismo nos ha ido mostrando la relación que Él tiene con el Padre, su Padre y nuestro Padre: “Yo y el Padre somos uno” (Jn 10,30). El Cordero inmolado es nuestro Buen Pastor, el Hijo se identifica con el Padre. Precisamente la palabra central del evangelio de este domingo en boca de Jesús, ¿cuál es?: “HIJITOS”. ¡Qué cercanía y ternura se desprenden de nuestro Dios y Señor al llamarnos “hijitos suyos”! Pongámonos en brazos de este Padre Dios que tanto nos ama. ¡Dejémonos amar como Él nos ha amado, nos ama y nos amará…! ¡Acojamos su Amor, dejémonos amar y enseñar por Él para vivir este mandamiento nuevo que hoy quiere renovar en nuestras vidas!
Señor Jesús, ¡haz que te amemos y nos queramos con tu mismo Amor! ¡Gracias, porque Tú haces nuevas todas las cosas! Nuestro mundo necesita renovarse en tu Amor, encontrarse con tu Amor, descubrir cómo es… “He aquí la morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y ellos serán su pueblo, y el “Dios con ellos” será su Dios». (Ap 21,3) “En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».”
MEDITACIÓN
** ¿Para quién es la gloria, nuestra alabanza, bendición, adoración y acción de gracias…?
“Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos”. (Jn 15, 8)
“Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mt 5, 16)
ORACIÓN
GLORIA A DIOS EN EL CIELO,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios Rey celestial, Dios Padre todo poderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo,
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
Porque solo tú eres Santo, sólo tú Señor,
solo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. AMÉN
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