FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR
8 de Enero de 2023
EVANGELIO: Mateo 3, 13-17
Por entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo bautice. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
«Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia».
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía:
«Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».
COMENTARIO A LA PALABRA
Hoy llega a su término el tiempo de Navidad con la fiesta del Bautismo del Señor. Su Bautismo es el comienzo de su vida pública. ¿En qué consistió la vida pública de Jesús? “Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo” (Hch10, 38)
El evangelio nos presenta el episodio en que Jesús se acerca a Juan para ser bautizado por Él, pero Juan se rehúsa diciendo: “Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?” (Mt 3, 14). Jesús insiste para que se cumpla la voluntad del Padre. El Bautismo nos purifica, nos santifica, nos libra del pecado y nos da una vida nueva en Cristo. Así dice el apóstol: “Todos los bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo” (Ga 3,27).
San Juan Bautista tenía la misión de anunciar la venida de Cristo. Cuando lo reconoció como Salvador del mundo, lo señaló diciendo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Y más: “Ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Juan proclamaba un bautismo de conversión y Jesús se acerca, se une a los pecadores a recibirlo. Podemos preguntarnos: ¿por qué Jesús aceptó recibir un bautismo de conversión?, ¿es que Él lo necesitaba? NO. Jesús es el Hijo de Dios, engendrado, limpio de toda mancha de pecado. Lo que hizo Jesús fue asumir nuestras debilidades, aceptó nuestra condición humana para reconciliarnos con Dios.
“Apenas se bautizó Jesús, se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios, bajaba como una paloma y se posaba sobre Él”. Y Dios puso en Él toda su complacencia. Así ha pasado con nosotros, cuando hemos recibido el sacramento del Bautismo: se abrieron los Cielos y fuimos nombrados HIJOS AMADOS DE DIOS.
Demos gracias a Dios por el don del Espíritu Santo que hemos recibido en el día de nuestro Bautismo, a través del cual fuimos introducidos a la Iglesia y nos ha unido a Jesús.
MEDITACIÓN
“El Salvador recibió el bautismo por tres razones. La primera razón es porque, nacido de hombre, quería cumplir con todas las prescripciones de la Ley. La segunda, porque deseaba suplir con su bautismo al bautismo de Juan. La tercera razón era que, al santificar las aguas del Jordán, el descenso de la paloma evidenciaba que el Espíritu Santo desciende en los fieles en el bautismo”. (San Jerónimo)
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que en el bautismo de Cristo, en el Jordán, al enviar sobre él tu Espíritu Santo, quisiste revelar solemnemente a tu Hijo amado, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, perseverar siempre en tu benevolencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. AMEN. (Oración colecta).
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